Un nuevo caso de abuso policial fue denunciado este martes a Zona Cero.

Esta vez la víctima fue Jairo Alberto Noguera Beltrán, un joven suboficial de la Armada Nacional asignado a la Estación de Guardacostas de Buenaventura, en el Pacífico, que está de vacaciones en Barranquilla.

El militar aseguró que el lunes en la mañana se encontraba en el parque Olaya, pues vive frente a él, esperando a que su hermana saliera del colegio la Inmaculada.

“Como vivo en el barrio llegaron cuatro amigos y nos pusimos a hablar” recordó el militar.  Anotó que en ese momento “vimos una moto que venía doblando por la esquina y un patrullero se bajó. Pidió una camioneta y hablaba de la UPJ”.

El suboficial, quien lleva 8 años en la Armada Nacional, dijo que en ese momento se le acercó y les dijo que “por qué hablaba de UPJ si no nos habían encontrado con alucinógenos, ni con arma blanca, ni con arma de fuego”.

Manifestó que de la camioneta “se bajó un teniente y me dijo que lo acompañara”. “Yo pensé que era para hablar aparte, pero cuando llegamos me dijo que me montara. Yo le respondí que por qué si  ‘no estaba haciendo nada’. Me dijo ‘te montas a las buenas o a las malas’. Me cogió por el cuello y yo lo aparté”.

Lo peor vendría para el suboficial barranquillero cuando se identificó como militar ante los policías. “Me respondió: ah eres militar y volvió y me agarró otra vez”.

Jairo Alberto Noguera añadió que los policías justificaron su actuación allí por una supuesta llamada de los vecinos. “Les dije unos vecinos, si estos son mis vecinos”.

Finalmente fueron subidos él y sus cuatro amigos a la camioneta. Denunció que incluso uno fue dominado con una pistola taser, antes de ser conducido a la UPJ en la calle 30.

Manifestó que en la UPJ siguió el maltrato por parte de los oficiales de la Policía y que lo llevaron a una celda en donde estuvo con indigentes.

Después del mediodía fue atendido por funcionarios de la Personería Distrital de Barranquilla que intervinieron, pero cuyas recomendaciones no fueron atendidas de inmediato y extendieron su salida hasta las 10 de la noche.

Este martes cuando el suboficial estuvo buscando los documentos de certificación de su detención, el oficial de la Policía encargado de la UPJ “quiso saludarme como si nada” cuestionó el militar.